Sídney .- Los trabajadores extranjeros que migren a Australia deberán vivir en el interior del país, fuera de las ciudades de Sídney y Melbourne, durante cinco años, ha dicho el ministro australiano de Población, Alan Tudge.
“La clave aquí es la distribución del crecimiento, en lugar del número del crecimiento”, dijo Tudge a la cadena ABC, antes de dar un discurso en Melbourne acerca de los planes del gobierno sobre el crecimiento de la población y la acogida de inmigrantes.
El nuevo plan prevé conceder visados con restricciones para contrarrestar el crecimiento de Sídney y Melbourne, que han superado los pronósticos de expansión demográfica en un cien por ciento en la última década, según el ministro.
Las autoridades podrían revocar los visados a quienes violen las condiciones impuestas o denegarles la posibilidad de pedir la residencia permanente o solicitar la ciudadanía, añadió Tudge que no dio más detalles al respecto.
Zonas rurales
La situación en Sídney y Melbourne contrasta con los esfuerzos de otras ciudades del país para atraer a inmigrantes o de granjeros en zonas rurales que piden la importación de trabajadores temporales para suplir una escasez que cifran en unos 100.000 jornaleros.
Los inmigrantes representan el 60% del crecimiento de la población en la última década en las principales ciudades, y el año pasado el 87 por ciento de los 111.000 inmigrantes cualificados que llegaron al país se establecieron en Sídney y Melbourne.
Tudge indicó que esta situación supone un coste de 25.000 millones AUD (17.695 millones USD o 15.398 EUR) debido a la congestión en estas ciudades y que esta cantidad podría aumentar a casi el doble en una década. EFE